Día 19
Emociónate
Hoy quiero pedirte que te emociones, que atiendas tus emociones.
Atender tus emociones te ayudará en muchos sentidos. Por un lado, con tu bienestar y por otro, favorecerá que tomes decisiones más conscientes y alineadas con tu intención. Te presento una herramienta para que explores tus emociones y decidas en línea con lo que te ayuda.
Escucha aquí el audio: Emociónate
Llevas días revisando y atendiendo tu vida. Puede que estés siguiendo el ritmo de las propuestas o puede que haya cosas que te gustaría revisar y aplicar con más profundidad, dedicando más tiempo.
Piensa que siempre puedes volver a esta información. Lo que es relevante es que te permitas hacer el recorrido a tu ritmo, que no te sientas mal, ni te exijas más.
Al recorrer los diferentes aspectos de tu vida es más que probable que hayan surgido emociones. Las emociones nos hacen partícipes de lo que experimentamos, nos conectan con todo lo que vivimos, así que son fundamentales para una vida de presencia.
Cada emoción nos aporta un tipo de información, cuando juzgamos la emoción como negativa, normalmente queremos salir corriendo de ella y no atenderla. Queremos escapar de lo incómodo, de lo que no nos gusta.
Hoy quiero proponerte que vivas por completo tus emociones.
Que sostengas la incomodidad.
Pero espera, que esto no es tan difícil como a priori nos puede parecer.
Me gusta recordar la propuesta de Jill Bolte Taylor en su libro, My Stroke of Insight: A Brain Scientist’s Personal Journey. Ella nos dice que las emociones duran 90 segundos. Y que sostener las emociones 90 segundos sin juzgar hace que la emoción se disuelva.
Para atender las emociones, ten presente la regla de los 90 segundos. ¿En qué consiste? Una vez que aparece un evento que dispara una sensación o emoción, supongamos, rabia, la carga química que genera la mente avanza a través del cuerpo y genera una experiencia fisiológica. Una vez pasados 90 segundos del evento que generó la descarga química, ese componente químico se disipa en la sangre y la reacción automática del cuerpo ha pasado.
Puedes mantener esa rabia más allá de los 90 segundos, eso significa que has elegido hacer que ese circuito continúe. Taylor explica, si después de 90 segundos continúa circulando, es porque hemos añadido nuestra propia historia y elegido agarrarnos a esa emoción. Haces que la emoción se haga más fuerte y dure más tiempo.
Recrearnos en emociones incómodas, seguir alimentando el circuito y no atender la emoción, hace que esta emoción cale de una forma profunda en la memoria. De esa forma, es más fácil repetir historias dolorosas y angustiosas. Digamos que entramos en un círculo vicioso y más difícil se hace desconectarse de él.
Si por el contrario, te permites estar de forma atenta y sin juicio en las emociones, las reconoces en esos 90 segundos, podrás simplemente dejarlas ser, y de forma natural pasarán y se descargarán.
Cada emoción tiene algo que decirte, acércate a ella con mimo y obsérvala.
La escalera emocional
Se trata de una herramienta que ayuda a racionalizar la gestión de las emociones. Y consta de 5 peldaños.
Te pongo un ejemplo: una solicitud excepcional de un proyecto muy importante que tu jefe te hace.
- ¿Qué emoción te provoca? Puede ser sorpresa y alegría, pero también mucho miedo.
- ¿Cómo reaccionas? Atiendes el cuerpo y puedes apreciar una sensación de alegría por la confianza que él ha depositado en ti. Después seguramente empiezan a hacerse presentes los miedos, ¿seré capaz? ¿Y si me dice que no le gusta o que no está bien? etc.
- ¿Qué eliges? Aquí puedes elegir desde dónde actuar, desde la confianza y respeto a tu trabajo o desde el miedo a no ser suficiente.
- ¿Cómo actúas? Desde la confianza, te documentas, consultas y aclaras tus dudas y envías la información. Desde el miedo, tal vez preguntas por todos lados, hay nerviosismo, tardas varios días en enviar los materiales y no lo haces con convicción o la sensación de que esté bien.
- ¿El resultado? Puede ser cualquiera.Pero si fuera verdad la expresión «lo importante es el camino» o «caminante no hay camino, se hace camino al andar», es verdad que las elecciones que hagas te harán más o menos fácil ese camino.
La clave para la gestión sana de tus emociones y que te sientas en línea con tu intención en tus acciones está en la elección.
Como decía la saterdozisa Zen de la comunidad de Thich Nahn Hahn ¿quién es la jefa o el jefe aquí?
Lo que nos hace sentirnos bien o no, no es lo que pasa a nuestro alrededor, si no cómo escogemos vivir esa situación.
Si tomamos decisiones en línea con lo que nos produce distensión, sensación de bienestar, estamos atendiendo el cuerpo y actuando en coherencia y siendo consecuentes con las acciones que emprendemos. Ya solo esto alimenta una mayor calma mental y física.
Prueba esta herramienta en tu vida, te ayudará a tomar consciencia de tus emociones y de las decisiones que tomas como consecuencia de ellas.
Recuerda:
Siempre tienes una opción, siempre puedes elegir tu respuesta consciente, para eso solo necesitas presencia.
El camino de introspección, de cambio, tiene diferentes fases, cada una genera diferentes emociones y sensaciones, todas ellas válidas y correctas. Sigue tu ritmo, todo está bien.
7 hábitos para incluir en tu caja de herramientas de sabiduría para una vida extraordinaria en lo ordinario. Añade, cualquier otro hábito que te hace bien a ti, esté o no en la lista.
¡Emociónate!
Aprovecha tus momentos en soledad para permitirte emocionarte si te resulta difícil hacerlo con otros.
Escribe tus emociones, déjalas que te hablen.
Tus emociones están aquí para ti.
¡Gracias por Ser!