Recuerda:
Deja que tu ¿para qué? repose en ti, sin necesidad de encontrar todas las respuestas de golpe, solo permitiendo que la pregunta esté presente en tu día a día.
Esto te servirá para que progresivamente reconozcas lo que de verdad importa.
La respuesta a esta pregunta no es algo que llegue de inmediato. Ni algo a lo que podamos acceder solo con nuestra parte racional. La respuesta a esta pregunta llega, cuando estás presente, cuando te sientes conectada/o al momento. Se puede reconocer porque son instantes en los que una parte de ti Sabe.