Si te importa, muéstralo con tu acción

Se habla de que las características que se asocian a mindfulness correlacionan con comportamientos de consumo sostenibles. Son estudios que son de aplicación en diferentes sectores y que muestran efectos en diferentes comportamientos más sostenibles de forma estable. 

Un área en el que se aprecia un gran vínculo es por ejemplo en el rol de mindfulness para reducir su capacidad de valorar aspectos materiales y promover el bienestar. También mindfulness tiene un rol importante en su capacidad para romper rutinas, promover comportamientos prosociales y reducir las distancias entre el comportamiento y la intención de actuar de una determinada forma.

La respuesta más consciente, se haya en consumir, dar, recibir, intercambiar o interactuar, etc., con un para qué.

La respuesta consciente requiere presencia para frenar el impulso automático para dar espacio a una elección consciente.

—En esto dicho sea de paso mindfulness nos ayuda de forma importante.—

Si realmente lo necesitas, si tienes un para qué, compra, da, participa, intercambia, actúa.

Si lo que tienes es un deseo pasajero, poco inteligente, cuyo impacto no es sostenible y ni ecológico, tal vez podamos sostener la incomodidad de romper con el patrón de reacción automático y por defecto.

Cuando compramos, cuando gastamos nuestro dinero, estamos mostrando nuestros valores en acción y es importante en esos momentos recordar, lo que verdaderamente importa.

Algunas reflexiones finales sobre las compras y el dinero

• El ahorro verdadero está en gastar lo mínimo para satisfacer tu necesidades reales. El ahorro no está en comprar aquello que acumulas con la excusa de que está rebajado. 
• Cuando compres piensa. Comprar sin pensar representa el 60% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
• Decide a qué quieres contribuir con tu dinero. Tienes poder cuando compras y cuando no: 
• Recicla. 
• Lee la etiqueta de dónde viene y de qué está hecho.
• Evita productos de un solo uso y plásticos, opta por envases compostables, y biodegradable. Y haz lo que puedas por comprar al granel —cada vez tenemos más opciones—.
• Lleva la bolsa de casa.
• Si el producto es local, cuida y genera bien, ¡enhorabuena! Estás ante un producto verdaderamente sostenible y ecológico —en el sentido más amplio posible de la palabra—.
• Usa y reusa.